Quadpack reflexiona sobre si los materiales reciclados posconsumo podrían ser la solución para acabar con los residuos plásticos

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El fabricante y proveedor internacional de envases para cosméticos Quadpack, empresa asociada, reflexiona sobre si los materiales reciclados posconsumo podrían ser la solución para acabar con los residuos plásticos. Lo hace a través de Oriol Aran, Head of Product Engineering de Quadpack, que ofrece sus reflexiones sobre esta cuestión.

Según datos de las Naciones Unidas, cada año se generan unos cuatrocientos millones de toneladas de residuos plásticos en todo el mundo. Un tercio aproximadamente procede de los envases. Muchos de estos residuos permanecen en el suelo y entran a formar parte del registro fósil de nuestra época. Además de la contaminación por residuos, la producción de materias primas también genera emisiones perjudiciales. La industria trabaja codo con codo a múltiples niveles para combatir el cambio climático.

Una de las soluciones más reconocidas consiste en reutilizar estos residuos como materias primas, o lo que es lo mismo, como material reciclado posconsumo (PCR). Los materiales reciclados posconsumo son una excelente forma de contrarrestar el problema de los residuos, pero el establecimiento de un flujo de reciclaje de ciclo cerrado que incluya el packaging de belleza plantea muchas dificultades. Crear un proceso de recuperación de materiales no es tarea fácil. Afecta al conjunto de la cadena de valor; desde la disponibilidad de materiales hasta la validación del producto final.

Se han escrito ríos de tinta sobre los PCR, pero, en resumidas cuentas, se trata de materiales que han tenido una vida útil anterior y han sido utilizados en otro producto de consumo. Se han recogido, clasificado y recuperado como materia prima para integrarlos en un nuevo producto. A ello hay que añadir el material reciclado postindustrial (PIR), que procede directamente de residuos de fábricas y nunca se ha utilizado como parte de un producto comercializado, aunque constituye una fuente de materia prima reciclada igualmente válida.

La cadena de valor del material reciclado de posconsumo

Para que el PCR pueda ser una forma eficiente de reutilizar los residuos plásticos, todos los eslabones de la cadena de valor deben estar bien coordinados y ser funcionales; ahí reside el principal escollo. Es necesario que todas las partes implicadas “hagan su parte”. En primer lugar, las marcas y la industria del packaging de productos de consumo deben diseñar productos que puedan reciclarse fácilmente. Ello implica reducir el contenido de materiales (¡menos es más!); utilizar solo materiales para los que exista o pueda crearse fácilmente un flujo de reciclaje; y asegurarse de que los envases puedan desmontarse fácilmente para su reciclaje en aquellos casos en los que no sea posible un diseño monomaterial.

A continuación, los consumidores deben reciclar correctamente sus residuos. Que lo hagan o no depende fundamentalmente del conocimiento y el compromiso, pero también de que los municipios pongan a su disposición contenedores de reciclaje adecuados con instrucciones de uso claras. Es fundamental para evitar la contaminación terrestre y marina y su impacto en nuestro ecosistema. A la postre, toda esta contaminación regresa a nosotros en forma de microplásticos que se acumulan a lo largo de la cadena trófica.

La preparación de los materiales de los distintos flujos de reciclaje para su transformación en las plantas de clasificación sigue planteando muchas dificultades. Hoy en día, los tambores rotativos de las plantas de reciclaje no logran atrapar pequeños elementos como los envases de maquillaje, que terminan en incineradoras o, lo que es peor, en vertederos. Además, es necesario compactar los residuos en las máquinas clasificadoras de las plantas de reciclaje. Asimismo, los escáneres aún no captan ciertos tipos de plásticos empleados frecuentemente en la industria de los cosméticos, como el SAN, el PETG, el SMMA y el PMMA. Es necesario alcanzar un consenso con respecto a si los flujos de reciclaje deben incluir también estos tipos de materiales o, lo que es más probable, si debemos dejar de utilizarlos y limitarnos a los que son reciclables actualmente, como el PET, el PP y el PE. En cualquier caso, queda mucho trabajo por hacer para que el material recogido vuelva a utilizarse realmente.

El siguiente paso en la cadena de valor consiste en transformar los plásticos en materia prima apta para su manufactura. Existen dos sistemas principales -mecánico y químico-, aunque están apareciendo otros nuevos, como el reciclaje enzimático. Esta técnica consiste en descomponer los plásticos en sus monómeros originales, lo que permite su utilización en ciclos infinitos: las propiedades de los materiales no se degradan, por lo que igualan en calidad a las materias vírgenes. No obstante, este proceso debe realizarse a mayor escala para que pueda convertirse en una solución viable.

En la actualidad el reciclaje mecánico es la forma más extendida y de menor coste. En este proceso, el material clasificado se tritura, lava, seca y convierte en pellets, para posteriormente reintroducirse en el ciclo de producción como nueva materia prima. No obstante, los plásticos reciclados por medios mecánicos se degradan en cada ciclo, y solo pueden reciclarse siete veces, tras lo cual deben incinerarse para recuperar algo de energía.

El reciclaje químico, por su parte, permite producir material “de grado alimentario”, condición esta necesaria para el packaging de productos cosméticos que está en contacto con el propio producto. Organizaciones como ISCC (Certificación Internacional de Sostenibilidad y Carbono) certifican la trazabilidad de la cadena de suministro, por lo que se evita además el ecoblanqueo.

Los últimos pasos consisten en utilizar el material para fabricar nuevos productos, y también venderlos. Los fabricantes pueden ofrecer soluciones PCR, pero las marcas deben estar dispuestas a comprarlas. Es necesario un cambio de mentalidad entre marcas y consumidores, especialmente en el segmento de los productos de lujo.

El plástico reciclado afecta a la estética y puede dar lugar a imperfecciones. No obstante, estas imperfecciones pueden considerarse parte de la “belleza” del producto y enviar un mensaje rotundo de sostenibilidad y actitud responsable.

El impacto en el coste debe aceptarse como un mal necesario. En otros sectores, como el de la alimentación, ya se ha alcanzado esta aceptación. Sin duda la industria de la belleza seguirá pronto sus pasos, máxime cuando las generaciones más jóvenes y concienciadas están creciendo y adquiriendo poder adquisitivo.

Impulsar el cambio

El cambio climático es ya una prioridad para todas las industrias, no solo la de la belleza, y por extensión, para el packaging de cosméticos. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible traza una hoja de ruta clara, con objetivos fijados por las Naciones Unidas ya en 2015. Además de las medidas voluntarias, se está desarrollando legislación sobre la materia, con Europa a la cabeza. Está previsto que el Reglamento de la UE sobre envases y residuos de envases vea la luz en los próximos dos años. Entretanto, la legislación local incide en la industria del packaging, aplicando impuestos a los plásticos no reciclables. En España, por ejemplo, tales medidas tienen un coste para el importador o fabricante de 0,45 € por kilo introducido en el mercado español.

Una vez que la legislación sobre el uso de plásticos reciclados se generalice en todo el mundo, la demanda de PCR crecerá exponencialmente, posiblemente hasta el punto de superar a la oferta disponible. El número y la expansión de los recicladores debe crecer de forma igualmente exponencial, lo que probablemente requiera incentivos de los gobiernos o ayudas para satisfacer la demanda futura.

Una vez que la legislación sobre el uso de plásticos reciclados se generalice en todo el mundo, la demanda de PCR crecerá exponencialmente, posiblemente hasta el punto de superar a la oferta disponible. El número y la expansión de los recicladores debe crecer de forma igualmente exponencial, lo que probablemente requiera incentivos de los gobiernos o ayudas para satisfacer la demanda futura.

Más información: www.quadpack.com

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